La conjuntivitis, también conocida como "ojo rosa", es un problema ocular muy común. Se estima que solo en los Estados Unidos, al menos de 3 a 6 millones de personas sufren de enfermedad conjuntival cada año. Esta es la inflamación de la conjuntiva. La mucosa transparente puede ser una inflamación causada por virus y bacterias; también puede ser una reacción alérgica o una reacción al contacto con irritantes.
Dependiendo de la causa, es posible que se necesiten medicamentos, porque si se trata de un virus o una fuente bacteriana, se puede propagar fácilmente. Aunque también se puede exportar después de una semana o dos.
Síntomas de una conjuntivitis
Los síntomas varían en función del tipo que sea. En general, incluyen:
- Ojos enrojecidos.
- Inflamación del blanco de los ojos y puede que también del interior del párpado.
- Lagrimeo abundante.
- Secreciones oculares de diferentes líquidos que pueden ser transparentes, amarillento-verdosos o blancos.
- Irritación, picor o ardor en los ojos
- Legañas (lagañas) en los párpados y/o pestañas
- Sensación de tener arenilla en los ojos
- Dificultad para utilizar lentillas (lentes de contacto)
Prevenir la conjuntivitis y la conjuntivitis comunes La mayoría de los pacientes padecen enfermedades virales y no existe un tratamiento específico. Será el propio cuerpo el que se defenderá y acabará con la infección. En el caso de la conjuntivitis bacteriana, aunque en ocasiones se requieren antibióticos, suele resolverse sin tratamiento. El médico decidirá; si el uso de lentes de contacto u otras enfermedades infecciosas causa infección, el tiempo de infección se puede acortar o se pueden detener posibles complicaciones. Si la conjuntivitis es causada por alergias, puede tratarse con antihistamínicos; si está inflamada, puede usar algún tipo de colirio calmante.
En ambos casos, los síntomas desaparecerán a medida que desaparezca el problema subyacente.