El laboratorio de Google conecta a dos países africanos por aire con Internet vía láser

Este canal de comunicación aéreo con velocidad de 20 Gbps y 10 kilómetros de largo es invulnerable ante interferencias provocadas por el clima o por el paso de pájaros u otros animales.

La corporación X, anteriormente conocida como Google X, ha proporcionado Internet a la capital de la República Democrática del Congo con un sistema láser inalámbrico. Durante 20 días de operación, el canal de comunicación aérea entre Brazzaville, en la República del Congo, y Kinshasa en la República Democrática del Congo, transmitió más de 700 TB de datos, según el blog de la empresa.

Las dos urbes, con una población total de 17 millones de habitantes, están a solo 4,8 kilómetros de distancia. Sin embargo, la conectividad es cinco veces más cara en Kinshasa porque la conexión de fibra tiene que viajar más de 400 kilómetros para rodear el río.

Ambas ciudades se encuentran a orillas del río Congo, el más profundo del mundo (más de 230 metros) con un caudal muy rápido. En tales condiciones, era imposible tender un cable entre Brazzaville y Kinshasa, por lo que el laboratorio X construyó una línea aérea como parte del proyecto Taara, que apunta a la creación de una red global de Internet láser.

La tecnología de comunicación óptica inalámbrica (WOC, por sus siglas en inglés) se ha considerado durante mucho tiempo poco fiable y cara, pero la división de Google la ha perfeccionado.

En primer lugar, los especialistas han mejorado los medios de guía y seguimiento del rayo láser para que los terminales de Taara se ajusten automáticamente a los cambios en el entorno para mantener esta conexión precisa. Ahora, el haz del transmisor puede alcanzar un receptor con una precisión de cinco centímetros desde 10 kilómetros de distancia.

Al mismo tiempo, el equipo de Internet láser se ajusta dinámicamente a las condiciones, cambiando la potencia de transmisión en función del tiempo o las interferencias provocadas por el clima o por el paso de aves u otros animales. El último problema resultó ser especialmente agudo durante las pruebas en la India, donde los monos subían a las torres de transmisión.

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