La lavanda es un género de plantas de la familia de las lamiáceas. Mejora la calidad del sueño y ayuda a relajarnos en situaciones de estrés. Además de esto favorece la circulación, mejora el sistema respiratorio y tiene grandes propiedades cicatrizantes. Aunque también destaca por ser uno de los mejores repelentes naturales contra los mosquitos en verano.
Para qué sirve la lavanda
La lavanda sirve para tratar diversos problemas, presentando varios efectos en el cuerpo, como:
- Disminuir la ansiedad y agitación;
- Reducir la presión arterial;
- Disminuir la fiebre;
- Estimular la cicatrización de aftas;
- Estabilizar los latidos cardíacos;
- Reducir el dolor de la migraña;
- Promover la relajación;
- Mejorar la calidad del sueño;
- Reducir el estrés;
- Combatir la depresión;
Sin embargo, lo mejor es siempre consultar a un nutriólogo para que evalúe si la planta puede ser usada para el tipo de problema que presenta, o si existe otra planta con un mejor efecto.
Cómo usar la lavanda
Las partes que se usan de la lavanda son sus flores, hojas y tallo para hacer tés, aceite esencial o para usar en la cocina.
1. Té de lavanda
El té de lavanda es bueno para tratar problemas de mala digestión, irritaciones en el estómago, migrañas, espasmos y asma bronquial y puede prepararse de la siguiente manera:
Ingredientes:
1 cucharada de flores de lavanda;
1 taza de agua hirviendo.
Modo de preparación:
Añadir las flores de lavanda en la taza de agua hirviendo y dejar reposar de 5 a 10 minutos. Luego, colar, dejar entibiar y beber. Este té debe beberse hasta 3 veces al día, y se recomienda tomarlo luego de cada comida principal.
2. Baño caliente con lavanda
El baño caliente con lavanda posee un excelente efecto relajante, calmante y tranquilizante que ayuda en el tratamiento cuando se tiene mucho estrés y problemas del sueño. Para preparar un baño de lavanda, basta añadir al agua caliente 100 g de flores secas de lavanda o 6 a 7 gotas de aceite esencial de la planta.
Otra forma de usar la lavanda en el baño, consiste en colocar los 100 g de flores de lavanda en una tela fina, amarrarlo de forma que se haga una bolsa y, colocar la bolsita en la regadera usando una cadena, por ejemplo. De esta forma, el agua entra en contacto con la planta y las propiedades medicinales de la lavanda se esparcen por el cuerpo. En lugar de las flores secas, también puede usarse un aceite esencial de la planta, que puede añadirse previamente a bolsitas de té de manzanilla o menta, por ejemplo.
Además, para tratar los problemas de sueño y de estrés, también pueden ser usadas bolsitas con flores secas de la planta, que deben colocarse debajo de la almohada, para que actúen durante toda la noche calmando y relajando.
3. Masaje con aceite esencial
El masaje con aceite esencial de lavanda en las sienes, se indica especialmente para calmar dolores de cabeza producidos por estrés y tensión muscular. Para hacer este masaje, debe frotar 4 a 5 gotas de aceite esencial en los dedos y a continuación masajear las sienes con movimientos circulares durante algunos minutos. En caso de que sienta que el dolor de cabeza es producto de la tensión del cuello, después del masaje en las sienes debe masajear la parte de atrás del cuello también con movimientos circulares.
Además, debido a sus propiedades calmantes, el aceite esencial también puede ser utilizado para tratar piquetes de insectos, recomendándose aplicar de 1 a 2 gotas de aceite sobre el piquete.
Posibles efectos colaterales
El principal efecto colateral de la lavanda es la somnolencia, debido a sus propiedades relajantes y calmantes pero esto sólo sucede cuando se ingiere en exceso.
Quién no debe tomar lavanda
La lavanda está contraindicada en paciente con úlceras gástricas y durante el embarazo, estando también contraindicada en aquellos pacientes con alergia al aceite esencial.
Además, la lavanda también presenta propiedades que benefician a la piel y al rostro, pudiendo utilizarse como un hidratante natural.
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