Crisis curativa en el tratamiento contra la candidiasis

Durante el tratamiento contra candidiasis suele presentarse una crisis curativa. Esta se conoce con el nombre de Síndrome de Herxheimer y es común que aparezca cuando se están eliminando toxinas del cuerpo en el tratamiento de diferentes enfermedades.


Es importante saber que esa crisis curativa en el tratamiento contra candidiasis es una reacción normal y rara vez es motivo de preocupación. Aunque los síntomas pueden ser molestos, forman parte del proceso de desintoxicación.

La cándida es un hongo que está presente en un organismo sano. Si se produce en exceso, puede dar lugar a una infección llamada candidiasis. El tratamiento produce la destrucción de estos hongos y, como parte del proceso, es habitual que surja una crisis curativa.


Síntomas de la crisis curativa

La infección por cándida, o candidiasis, se puede desarrollar en varias partes del cuerpo como en las uñas, la boca, la nariz, los oídos, el tracto gastrointestinal y la vagina. Provoca síntomas como antojo de dulces, mal aliento, agotamiento, lengua blanca, desequilibrios hormonales, etc.

Cuando se inicia un tratamiento para la candidiasis, es habitual que aparezcan síntomas de crisis curativa a veces en alrededor de 24 horas. Estos se parecen a los de un resfriado común o una reacción alérgica, pero pueden variar de una persona a otra. Las manifestaciones más habituales son las siguientes:


Dolor o sensación de presión en la cabeza.

Sudoración excesiva.

Fiebre.

Cambios bruscos de temperatura corporal en la noche.

Diarrea o vómitos.

Espasmos intestinales.

Hinchazón, gases y estreñimiento.

Fatiga y confusión mental.

Dificultad para conciliar el sueño.

Dolores musculares.

Picor en el cuerpo.

Dolor de garganta.

Mareo.

Ansiedad e irritabilidad.

Infección en los senos nasales.

Brotes en la piel y erupciones cutáneas.

Dolor en la zona del hígado.

Disminución de la presión arterial.

La duración de los síntomas depende del tratamiento empleado. Muchas veces los síntomas aparecen de repente y su gravedad es variable en cada persona. Lo usual es que desaparezcan por completo al cabo de 10 días.


¿Por qué ocurre?

La ciencia no conoce la razón exacta por la cual se produce la crisis curativa en el tratamiento contra candidiasis. Sin embargo, hay varias teorías al respecto. Una de ellas dice que las células de cándida al momento de morir liberan sustancias como endotoxinas y proteínas.

Dichas sustancias, a la vez, hacen que el organismo libere citocinas, unas células del sistema inmunológico cuya función es la de combatir las infecciones. Las citocinas causan inflamación y pueden provocar síntomas similares a los de una infección.

Otra teoría señala que la crisis curativa es una especie de hipersensibilidad retardada. Esto es, una reacción de defensa a la infección por cándida que se presenta de forma tardía. También podría ser una respuesta a las células muertas del hongo.

Es importante anotar que a veces los síntomas no obedecen a la crisis curativa, sino que son una manifestación de que el tratamiento no está funcionando. Esto puede llevar a que la infección empeore. También puede tratarse de una reacción alérgica al tratamiento.


¿Cómo se puede tratar?

Lo más indicado es adelantar el tratamiento de forma gradual para evitar la crisis curativa. Cuando esta aparece, existe la posibilidad de reducir la dosis del fármaco antifúngico o suspenderlo por completo si es necesario.

En la mayoría de los casos, los síntomas de la crisis curativa se pueden atender en la casa con una combinación de fármacos y remedios caseros. Los medicamentos a los que se acude, por lo general, son antipiréticos, antihistamínicos y antiinflamatorios de venta libre.


Las medidas caseras que se pueden adoptar son las siguientes:

Descansar mucho.

Beber mucha agua para mantenerse hidratado.

Darse un baño de agua caliente con sulfato de magnesio o sales de Epsom.

Hacer un cambio gradual en la dieta hasta alcanzar una alimentación limpia. Esto es, rica en proteínas y verduras con alto contenido de fibra. Bajo consumo de cereales, harinas, azúcar y alcohol.

Reducir la exposición al estrés.

Tomar una dosis diaria moderada de probióticos.

Practicarse duchas de contraste, masaje linfático o ir a sauna.

Aumentar la ingesta de vitamina C.

Tomar suplementos con base en consejo médico.


¿Cuándo ver a un médico?

Es muy importante vigilar los síntomas y estar atentos al empeoramiento de los mismos o a la aparición de manifestaciones atípicas. Si los síntomas son severos, es necesario acudir al médico, ya que solo él puede determinar si obedecen a la crisis curativa o no.


En términos generales, una persona debe ver a un médico en los siguientes casos:

Cuando los síntomas empeoran al iniciar el tratamiento.

Los síntomas no mejoran después de unos días.

Los síntomas empeoran de forma continua.

Se requiere atención médica de urgencia en los siguientes casos:

Hay hinchazón en la cara, garganta o lengua.

Hay dificultades para respirar después de iniciar el tratamiento.

Aparece una erupción cutánea grave que puede incluir ampollas o descamación.

Hay sarpullido en la mayor parte del cuerpo.

Se presenta un episodio de vómito.

El pulso es débil.

Hay pérdida de conciencia o shock.

La persona tiene el sistema inmunológico debilitado, por cualquier razón, y desarrolla fiebre, inflamación de los ganglios o escalofríos.


La crisis curativa, una reacción habitual

Lo más habitual es que la crisis curativa en el tratamiento contra candidiasis tenga un curso normal y se resuelva sin complicaciones. Los síntomas pueden ser muy molestos, pero si todo va bien se alivian con el tratamiento clásico.

Pese a todo, es muy importante vigilar de cerca la evolución del tratamiento. En la mayoría de los casos el médico puede ajustar el tratamiento para reducir los síntomas de la crisis curativa. No es conveniente automedicarse o tomar decisiones sin consejo profesional.


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