Un ganglión, también conocido como «quiste ganglionar», es un abultamiento que se forma en una articulación o en un tendón.
Por lo general, un ganglión es redondo y ovalado. Está lleno de un líquido gelatinoso, el mismo que emplea el organismo para reducir la fricción que se produce al mover las articulaciones y ciertos tendones. En algunas ocasiones, un ganglión puede ser doloroso si está ubicado cerca de un nervio.
En la mayoría de los casos, un ganglión forma un abultamiento o nódulo que es perceptible al tacto. También es posible que se presente en la rodilla, el hombro, la espalda o alguna otra zona del cuerpo.
Causas y factores de riesgo
La ciencia no conoce la causa específica que provoca la aparición de un ganglión. Se ha encontrado una relación entre estos quistes y el uso continuado de las articulaciones y tendones. Los quistes que se desarrollan en la articulación extrema de un dedo suelen estar relacionados con casos de artritis.
Las lesiones pasadas en las articulaciones o los tendones hacen a una persona más propensa a desarrollar un ganglión.
Pruebas de diagnóstico de un ganglión
El diagnóstico de un ganglión es sencillo. Si existe alguna duda o se quiere precisar el diagnóstico, a veces se ordenan pruebas como radiografías, ecografías o resonancias magnéticas. Estas permiten detectar quistes ocultos y también ayudan a descartar otras posibles afecciones. Muchas veces el diagnóstico se confirma mediante un procedimiento llamado aspiración.
Consiste en extraer el líquido del quiste mediante una jeringa con aguja. El contenido de un ganglión es una sustancia espesa y transparente.