Oclusión por cera en la oreja: ¿Qué es y por qué ocurre?

La oclusión por cerumen puede ser una afección muy incómoda y molesta. 



La cera juega un papel fundamental en la protección e hidratación de los oídos. La cera o cerumen es una sustancia de color naranja o amarillo resultado de las secreciones de las glándulas sebáceas y sudoríparas. Participa en la lubricación y limpieza del oído humano, así como en su defensa.


En algunas personas, la secreción se acumula e impacta en la profundidad del oído, originando una oclusión por cerumen. El diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno constituyen las claves en el alivio de la afección.


Síntomas de la oclusión por cerumen

Las manifestaciones de la oclusión por cerumen suelen ser bastantes molestas y afectan la calidad de vida de la persona. Se estima que esta afección, en conjunto con la otitis media y externa, son las principales causas de hipoacusia conductiva en pacientes menores de edad. Salida de fluido por el conducto auditivo.


¿Cuándo consultar al médico?

El médico es el único capacitado para evaluar el estado de salud de los oídos mediante el interrogatorio y el examen integral del conducto auditivo. Además, es aconsejable no intentar extraer el cerumen por cuenta propia o con métodos tradicionales hogareños.


¿Qué causa la oclusión por cerumen?

La presencia de cerumen en el oído es normal y forma parte de la fisiología del cuerpo humano. En este sentido, la oclusión por cerumen está asociada a factores que aumenten la producción de cera o dificulten su salida. Además, la obstrucción por cerumen también está relacionada con la presencia de obstáculos, como dispositivos auditivos, audífonos o tapones de oídos. Por otro lado, estudios demuestran que, a medida que la persona envejece, las glándulas serosas y sudoríparas se atrofian, produciendo un cerumen más seco que tiende acumularse.


Diagnóstico y tratamiento

La identificación de la oclusión por cerumen o tapón de cera es realizada por un medico general o especialista en otorrinolaringología al emplear un otoscopio. Este es un dispositivo manual que emplea un haz de luz y una lente de aumento para visualizar el interior del conducto auditivo. Este proceso introduce un pequeño cono dentro del orificio ótico, lo que facilita el diagnóstico de lesiones. Las mismas deben dejarse actuar durante un período de 5 a 10 minutos con la cabeza inclinada, para luego extraer la cera diluida.


Esto permite ablandar el cerumen y extraerlo por arrastre desde la profundidad.


Prevención y recomendaciones

Es recomendable no utilizar bastoncillos de algodón o hisopos en el interior del conducto auditivo. Si se es propenso de padecer esta afección, se aconseja la instilación profiláctica de aceites naturales o alcohol al 70 %, bajo estricta supervisión médica. Además, en pacientes con recurrencia de oclusión por cerumen se recomienda acudir a consulta médica cada 6 meses con el objetivo de valorar el estado de salud de ambos oídos. Además, también existen ciertas maneras de eliminar el cerumen de forma segura y sin generar ningún daño en el oído.

Evitar el uso de métodos tradicionales para extracción de cera

En la actualidad, se distribuye una larga lista de procedimientos alternativos no médicos para remover las oclusiones por cerumen de los oídos.


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