El ambiente en el que duermes impacta en las horas y calidad del sueño. El elemento clave es la exposición a la luz, antes, durante y después del sueño. El Instituto Europeo del Sueño ha determinado que el sueño está regulado por el llamado “reloj biológico”. Este es un centro neuronal situado en el hipotálamo cerebral, cuya función es dar la señal al resto de las estructuras del cerebro para iniciar y para finalizar el sueño.
“Las mejores condiciones para dormir son con oscuridad total”, apunta el doctor Javier Albares, coordinador del grupo de cronobiologÃa de la Sociedad Española del Sueño. Antes de dormir estamos expuestos a luz que proviene normalmente de una bombilla o la que emiten los dispositivos electrónicos. El efecto desgastador que provocan los aparatos electrónicos proviene de la luz azul. Aunque es emitida por el sol y es imperceptible para el ojo humano, también esta presente en la tecnologÃa.
“Lo que está pasando es que nos exponemos indirectamente a una estimulacion exagerada cerebral, causada por esta luz, que nos mantiene activos muchas más horas” explica el oftalmólogo Paul Valarezo. El hipotálamo, que es la parte del cerebro que se encarga de segregar la hormona del sueño, la melatonina, no empieza a actuar y por tanto todo el sueño se retrasa.
El color de la luz también puede influir con más o menos intensidad en la secreción de melatonina.
La luz azul es la más estimulante, tiene una mayor frecuencia de onda y es capaz de suprimir la melatonina. Por el contrario, la luz roja tiene menor influencia y es la que se recomienda en estudios de investigación del sueño.
Las recomendaciones que tendrÃas que aplicar siempre:
- Evitar el uso de dispositivos electrónicos con emisión de luz al menos dos horas antes del horario de sueño habitual.
- Evitar la exposición a la luz antes de dormir.
- Regular el reloj corporal a lo largo de las 24 horas del dÃa, es decir, descansar o dormir en las horas adecuadas.