La deshidratación en adultos mayores es un riesgo latente, ya que a edades avanzadas hay cambios fisiológicos que facilitan esta condición.
La deshidratación en adultos mayores y en niños es más grave que en otras personas. Esta es una condición en la que se pierden más líquidos de los que se ingieren. Si esto ocurre, los órganos no pueden funcionar de manera adecuada y se pone en riesgo la vida.
Además de la imposibilidad para llevar a cabo esas funciones de forma adecuada, la deshidratación en adultos mayores puede traer otras complicaciones.
¿Por qué hay mayor riesgo de deshidratación en la vejez?
Hay algunos factores asociados a la edad que llevan a que haya mayor riesgo de deshidratación en adultos mayores que en el resto.
Causas principales
La deshidratación en adultos mayores es provocada en gran medida por la falta de información y los hábitos inadecuados. En algunas ocasiones, los problemas de movilidad limitan la ingestión de líquidos.
Síntomas asociados a la deshidratación en adultos mayores
La deshidratación en adultos mayores puede ser leve, moderada o grave.
Calambres musculares.
Orina muy oscura o ausencia total de micción. Cuando hay señales de severa deshidratación en adultos mayores es necesario acudir a un centro médico cuanto antes.
Tratamiento y prevención
La deshidratación en adultos mayores se trata reponiendo los líquidos y electrolitos perdidos. Si estas medidas no funcionan o hay señales de una deshidratación grave, lo más probable es que en el centro médico opten por administrar líquidos por la vía endovenosa.
Educar y concientizar a las personas mayores sobre la importancia de beber líquidos con regularidad. Dejar los líquidos al alcance de la persona mayor para que acceda a ellos siempre que lo requiera. Promover la ingesta de líquidos con la medicación. La deshidratación en adultos mayores es una condición seria que debe abordarse con el mayor cuidado.
Posibles complicaciones de la deshidratación en adultos mayores
Esto puede provocar contracciones musculares involuntarias y, en los casos más graves, pérdida de conciencia. Provoca desde calambres musculares hasta agotamiento o un golpe de calor que pone en riesgo la vida.
Atención en los pacientes con enfermedades previas
Se trata de un hábito que debe adoptarse y mantenerse para evitar consecuencias que llegan a ser muy graves. Esto aplica en especial para los niños y las personas de mayor edad. La deshidratación en adultos mayores es un riesgo continuo que debe prevenirse.