Depresión infantil: causas, síntomas y consejos

La etapa de la infancia no siempre se caracteriza por ser la más feliz. Desde hace varios años, se sabe que la incidencia de depresión infantil está aumentando. ¿Por que sucede? ¿Cómo deberías responder? Hoy en Saludable Vida te brindamos información realizada por un psicólogo.



La depresión es una de las enfermedades mentales más comunes. Hasta hace unos años se creía que solo los adultos podían padecer esta enfermedad. Gracias al avance de la ciencia, sabemos que los niños también pueden sufrir depresión.

En este artículo, revisaremos las causas y los síntomas de la depresión en menores con el fin de proporcionar algunas habilidades de afrontamiento útiles. Es importante saber que los cambios de comportamiento ocurren en la infancia no patológica, pero deben tenerse en cuenta.


Causas de la depresión en los niños.

La causa de la depresión infantil depende de dos factores. Primero, tenemos ingredientes orgánicos. Las anomalías estructurales en el cerebro pueden causar depresión. Por otro lado, existen factores ambientales, como algunos traumas graves en la infancia.

En términos de causas orgánicas, los hijos de padres con depresión tienen de dos a cuatro veces más probabilidades de presentar patología en la infancia. Por otro lado, algunos factores están relacionados con otras enfermedades (comorbilidades). Por ejemplo, los niños con enfermedades crónicas pueden deprimirse debido a los síntomas clínicos.


Señales de advertencia de depresión en niños

Las señales de advertencia sobre la depresión en los niños dependen de las características de personalidad de cada niño y de la etapa de desarrollo en la que se encuentran. Es decir, si es en la primera infancia (0 a 3 años), la segunda primera infancia (3 a 6-7 años) o la tercera primera infancia (6-7 a 12 años).

Aunque puede haber diferencias entre un caso y otro, los indicadores que veremos a continuación son los indicadores más comunes de depresión infantil. Siempre debes prestar atención a los siguientes comportamientos:


- No puede dormir por la noche.

- El niño no tiene capacidad para intentar cosas por sí mismo.

- Pérdida del apetito, que provoca cambios de peso.

- La reacción psicomotora es demasiado lenta.

- La fatiga constante tendrá un impacto dentro de la escuela.

- Incapacidad para concentrarse, falta de concentración, falta de entusiasmo.

- Los pensamientos sobre la muerte.


Diagnóstico de depresión en niños.

Para establecer un diagnóstico preciso de depresión infantil, se deben considerar los criterios anteriores y si hay al menos 5 mejoras y la duración no es inferior a 2 semanas.

Una de las principales deficiencias que a menudo se presentan en el diagnóstico es que el comportamiento depresivo de los niños puede deberse a otras enfermedades, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). De lo contrario, solo serán rasgos característicos de la personalidad.


Es necesario saber que una característica no implica patología. Algunas personas tienen las características de determinadas enfermedades y pueden trabajar con normalidad en la vida diaria. Es diferente de la intensidad y la prevalencia.

En algunos casos, es normal que los niños se sientan ansiosos o deprimidos, pero no deberían durar. De lo contrario, puede ser una patología.

Para saber si un niño sufre de depresión, es necesario acudir a un profesional de salud mental para una evaluación objetiva.



¿Cómo criar a un hijo que sufre depresión?

Partiendo del papel de los padres, se pueden tomar medidas para ayudar a los niños diagnosticados con depresión. En primer lugar, el niño no debe ser juzgado ni marcado, para no afectar más su autoestima. Por ejemplo, dígale que es vago o compárelo con otros bebés.

En lugar de hacer juicios de valor sobre el comportamiento, es mejor mostrarle su valor alabando y recompensando lo que ha hecho. La buena autoestima es fundamental para afrontar la depresión.


Otras formas en las que los padres o cuidadores deben apoyar incluyen:

- Mantenga una rutina regular relacionada con las actividades de su hijo para que pueda sentirse seguro y en control de los acontecimientos de su vida.

- Ayude a su hijo a expresarse de forma segura y asegúrese de que no se moleste cuando hable de sus emociones y sentimientos. Por esta razón, es una buena idea generar anécdotas personales de cuando somos mayores.

- Incorpore actividades divertidas para niños en sus actividades diarias. Las actividades diarias pueden ser diferentes.

- Haga de la cena un momento agradable sin obligarle a terminarlo.

- Realice ejercicios de relajación antes de acostarse. La lectura es una buena opción. También debe mantener una hora de acostarse constante por la noche.

- Las actividades al aire libre pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo, siempre que esté de acuerdo con las preferencias del niño.


¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la depresión infantil?

Si el episodio depresivo del niño no es causado por una enfermedad orgánica, los cuidadores pueden buscar el consejo profesional de un psicólogo sobre el manejo emocional de ellos mismos y del bebé. La armonía en el núcleo de la familia es fundamental para evitar la depresión infantil.

Si la depresión es causada por factores biológicos, el tratamiento puede incluir medicamentos, que deben ser recetados por un psiquiatra. Sin embargo, el apoyo psicológico se puede implementar en cualquier situación.


Estos son algunos de los tratamientos más comunes que se usan para la depresión infantil:

- Psicoterapia con métodos cognitivo conductuales y terapia breve.

- Un medicamento recetado por un psiquiatra.

- Combinación de psicoterapia y medicación.


La tristeza no es lo mismo que la depresión

A medida que comencemos a usar términos médicos y psicológicos de manera más responsable, evitaremos el dolor. En muchos casos, los padres creen que sus hijos están deprimidos porque a menudo los ven tristes. Se debe investigar la causa del dolor allí para ver si es razonable.


Recuerde, no crea que una persona tiene depresión solo porque se siente triste. Porque todavía somos niños, hasta el último momento de la vida, sentir tristeza es parte de la naturaleza humana. Cualquier duda que tengas debes consultar con un profesional.



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