Todos los días escuchamos muchas frases que sienten los papás y mamás para poder cambiar el comportamiento de sus hijos ante los berrinches o caprichos.
Hoy en Saludable Vida queremos dejarte algunos consejos para que el comportamiento de nuestros hijos cambie.
Por ejemplo:
"¡No sé qué hacer!"
"Me siento cansada. ¡Él hace lo que quiere y lo hace en cualquier momento!"
"No hay penitencia ni quitándole juguetes"
Por tanto, es mejor preguntarse: ¿Cómo afrontar el problema de que los niños pierdan la paciencia? ¿Cuál es el límite justo? ¿Cómo hacer cambios, todos mantenemos la calma?
- En primer lugar, debemos entender que es absolutamente normal que nuestros hijos exijan, exijan y deseen todo en todo momento. Pero esto es imposible de satisfacer y no es saludable para él.
- Desde que nace, le hemos marcado pautas claras para mostrarle lo que puede y no puede hacer, y estamos estableciendo un antídoto para las rabietas: poner límites y el “no” es muy claro.
- Aunque cada familia y cada niño es único e irrepetible, después de un límite, siempre hay nuestros niños que necesitan ser contenidos y nuestro deber como padres es contenerlos.
¿Qué es un límite?
- Es sinónimo de amor y contención.
- Es el primer acto de amor que los papás le ofrecemos en la vida.
- Es el primer organizador de su vida.
- No es algo más agregado, que puede ponerse o no. SIEMPRE están, aún sin estarlo
- Dar y poner límites es enseñarle a nuestro hijo a que aprenda a esperar y a saber que todo no es aquí y ahora. Que hay cosas que puede y hay otras que no puede hacer o tener.
¿Lo rezongo o lo pongo en penitencia?
- Es una cuestión de autoridad, no de despotismo. Los niños de unos dos años responderán bien incluso si confían en los adultos que plantean el desafío.
- El rezongo penitencia es una forma de castigarlos por lo que hicieron, y no siempre los ayuda a comprender por qué se portaron mal o desobedecieron. Simplemente los detuvo por un tiempo. Ellos no entienden.
- Cuando la salud o su vida esta en riesgo no tenemos problemas en marcar enseguida un NO.
- Ya sea el uso excesivo de aparatos digitales o lugares donde pueden caer y lastimarse físicamente.
- Pero frente a otras situaciones, como lo son los caprichos o berrinches nos ponemos en duda, de cuando es el mejor momento para marcar el limite.
¿Cómo se manifiestan?
- No quieren dormir, se niegan a comer o les resulta difícil mantener la calma y se encaprichan por cualquier motivo. Siguen golpeando o pellizcando.
- Alrededor de los dos años, los niños están muy ansiosos por la independencia y la autonomía. Por eso a veces se portan tan mal que nos confunde.
- Luego surgen peculiaridades para asegurarnos de que siempre las tengamos en cuenta. Es necesario llamar toda nuestra atención. Al mismo tiempo, intentan hacer cosas que todavía no pueden hacer.
- Tener en cuenta estos consejos puede ayudar a prevenir la moda del berrinche:
- Conocer y respetar sus horarios, rutinas y rituales que les ayuden a comprender. Estos rituales son todos los momentos deseados y saben que llegará.
- Por ejemplo: comer, dormir, bañarse, jugar, para que aprendan a entender el concepto de tiempo, y ahora no lo es todo.
- Es importante saber que tiene un LIMITE, que al principio los irritará y luego los calmará. Todo a su debido tiempo u horario.
Hay algunas pautas para recordar en todo momento:
- Intente averiguar cuál es nuestro límite de tolerancia.
- Resuelto: Sin golpes ni castigos físicos o mentales. La humillación no se aprende. Así que les obedeció y les hizo daño.
- Muéstrate seguro, pero sé cariñoso y habla mucho con ellos.
- Coherencia entre mamá y papá.
- No dé doble información.
- Brindarle posibles alternativas.
- Respete su enojo sin interferir. Quédate con él y dale tiempo para que pase.
- Se específico.
- Siga y mantenga nuestra decisión.
- Límite de conjunto constante
- Introduzca "No" explícitamente.
- Limítelos cuando estemos tranquilos y no gritemos fuerte.
Cuando algo está a punto de terminar o no queremos que hagan algo, espérelos. Nuestros comportamientos y actitudes como padres se convertirán en modelos a seguir y formas para que ellos comprendan nuestras expectativas de ellos. Ellos responderán a esta expectativa por su amor por nosotros.
Por lo tanto, aprenderán gradualmente a socializar y a convertirse en personas autónomas y libres con normas y reglas incorporadas para poder compartir y convivir en la sociedad en la que viven. Si nos ocupamos de nosotros mismos en una forma de recompensa y castigo, solo obtendremos entrenamiento en lugar de aprendizaje real, lo que los ayudará a ser felices y libres.