¿Qué es tener un diente muerto y porque ocurre?

La carie dental o golpes en los dientes pueden ser la causa de la muerte de los dientes. Por eso hoy en Saludable Vida queremos enseñarte como reconocerlo, a tratarlo y a evitarlo.



La presencia de dientes muertos puede ocurrir  y  a veces, no se puede detectar a simple vista. Otras veces, los elementos del diente pueden tener diferentes colores, dolor o cambios en las encías, pero el diagnóstico correcto lo hará el dentista.

El elemento dental está compuesto por tejidos duros (esmalte, dentina) que recubren y protegen los tejidos blandos internos que son la pulpa dental. En este último, los vasos sanguíneos y las fibras nerviosas mantienen los dientes vivos, manteniéndolos irrigados y sensibles.

Si la pulpa se lesiona o daña, el riego sanguíneo dejará de llegar a los dientes, y nos encontraremos con dientes muertos. El tejido pulpar necrótico es susceptible a infecciones o la diseminación de abscesos.

Si no recibe atención dental a tiempo, sus dientes se perderán. Por eso, en este artículo te contamos por qué aparecen los dientes muertos, sus síntomas y cómo diagnosticarlos. ¿Cuáles son los posibles tratamientos y qué se puede hacer para evitar la necrosis pulpar?


¿Por qué hay dientes muertos?

Como ya hemos mencionado, los dientes muertos aparecerán cuando la pulpa se dañe y su estructura se dañe y deje de recibir el riego sanguíneo para mantener su vitalidad. El proceso de muerte pulpar puede ocurrir muy rápidamente, puede llevar días o años, o incluso meses o años.

Las lesiones pulpares pueden deberse a dos afecciones principales:

- Proceso de infección: la caries dental es la causa más común de muerte pulpar. Las bacterias destruyen los dientes desde la capa más externa hasta la capa más profunda. Si el proceso continúa y llega a las proximidades de la pulpa porque no se trata, provocará inflamación e incluso infección de la pulpa. La destrucción del tejido duro y el daño pulpar suelen ir acompañados de un dolor intenso.


- Traumatismo dental: por ejemplo, cuando un diente es golpeado por una caída, un accidente o una lesión deportiva, los vasos sanguíneos que conducen al diente pueden romperse. Cuando se corta el suministro de sangre a la pulpa, nos enfrentaremos a un diente muerto.

Aunque estas son las causas más comunes, todavía existen casos graves de bruxismo o dientes muertos causados ​​por reabsorción interna idiopática.


Síntomas comunes

Reconocer un diente muerto puede resultar difícil porque no presenta síntomas evidentes. Sin embargo, la decoloración de los dientes y el dolor son algunos de los signos más comunes asociados a esta patología.

El cambio en el tono de los dientes se debe a la degradación de los glóbulos rojos, como un hematoma. Se caracteriza por tener un solo diente. Es decir, en comparación con otros elementos de la cavidad bucal, la zona afectada tiene un color diferente. Se puede observar amarillo, marrón claro, gris o negro, y la situación se hace más notoria con el tiempo.

Otro síntoma asociado con los dientes muertos es la sensibilidad y el dolor de los dientes. La intensidad puede variar de leve a moderada o muy fuerte.

Esto sucede cuando la pulpa acaba de comenzar a morir y aún está inflamada, o cuando comienza la infección y el ligamento periodontal alrededor del diente ejerce presión desde el interior del diente. En este último caso, el paciente también experimentará inflamación de las encías, mal aliento, pus y mal aliento.


¿Cómo diagnosticar los dientes muertos?

El diagnóstico de necrosis pulpar o diente muerto será realizado por el dentista en el consultorio. El examen físico, el examen oral y el examen radiográfico orientarán al profesional para saber si se encuentra frente a pulpa muerta.

Recibir un golpe, notar cambios en el color o dolor de los dientes, tener caries o empastes grandes son factores que los dentistas deben considerar. Pero a veces no hay ningún signo visible y los profesionales deben utilizar imágenes radiográficas para observar el estado de los tejidos internos y circundantes del componente.

También es útil para probar la respuesta a temperaturas extremas. Un diente que no responde al calor o al frío generalmente significa que la pulpa está muerta.


Tratamiento para los dientes muertos

Los dientes muertos deben tratarse lo antes posible para que los dientes tengan un mejor pronóstico y evitar complicaciones. Como ya hemos mencionado, las infecciones de la pulpa dental son comunes y es posible que las bacterias se propaguen a partes cercanas u otras partes del cuerpo.

Ver a un dentista de inmediato es la mejor solución, pero es posible que sea necesario aliviar los síntomas antes de poder realizar un tratamiento completo. Para aliviar el dolor, evite el uso de alimentos y bebidas que estén demasiado calientes y demasiado duros. El calor o la fuerza al morder pueden empeorar los síntomas.

En caso de infección, los medicamentos antiinflamatorios para controlar el dolor y los antibióticos pueden ayudar. Sin embargo, su uso siempre debe ser dirigido por un profesional de la salud. Los pacientes no deben automedicarse.

Frente a los dientes muertos, los métodos de tratamiento incluyen el tratamiento de conducto o la extracción de dientes. La elección depende de la situación clínica específica y del juicio del dentista.


Tratamiento de conducto radicular o endodóntico

El dentista hace una abertura en el diente para acceder a la zona pulpar. Utiliza instrumentos pequeños para eliminar el tejido pulpar muerto y limpiar el conducto radicular. El espacio limpio se llena y se sella con materiales especiales. Luego llena a través de la abertura donde funciona.

En algunos casos, es necesario colocar una corona o incrustación para restaurar la anatomía perdida, especialmente si la causa del diente muerto es una gran cavidad o empaste mal acondicionado. Por otro lado, después del tratamiento, si el dentista cambia el color de forma muy obvia, puede recomendar un blanqueamiento o colocar una carilla estética.

Extracción dental

Cuando un diente muerto se daña demasiado, se pierde una gran cantidad de tejido dental, o se puede demostrar que no se puede mover ni reparar, por lo que la solución es eliminar los fragmentos. Durante la operación, el dentista extraerá completamente el diente del hueso que lo contiene.

Hay varias posibilidades de reemplazo artificial de artículos perdidos. Dependiendo de la situación clínica y de las posibilidades y necesidades del paciente, el odontólogo recomendará la colocación de puentes, implantes o dentaduras.


Prevenir dientes muertos

A veces, la muerte de los dientes es inevitable, pero algunos comportamientos pueden ayudarlo a reducir el riesgo:


- Higiene bucal: mantenga una buena higiene bucal, cepille sus dientes 3 veces al día y agregue enjuague bucal e hilo dental para prevenir las caries.

- Dieta saludable: una dieta saludable variable, una ingesta de alimentos menos azucarados, también puede reducir el riesgo de caries.

- Visite al dentista con regularidad: Visite al dentista con regularidad para ayudar a mantener la salud bucal. Si hay problemas, los profesionales los encontrarán temprano para que puedan resolverse a tiempo.

- Protección bucal: use un protector bucal para proteger la boca durante los deportes de aventura o de contacto para evitar traumatismos.


Visite al dentista para salvar los dientes

Cuando los elementos dentales son muy sensibles, se lesionan o mastican espontáneamente, o tienen un color diferente al de otros dientes, lo ideal es acudir al dentista de inmediato. El paciente sufre de mal aliento, se golpea la cavidad bucal o la caries dental está activa, esta es también la razón para acudir al dentista a tiempo.

Como se mencionó anteriormente, estas condiciones están relacionadas con la presencia de dientes muertos. El tratamiento de esta afección debe ser lo más rápido posible, ya que afecta a otros dientes u otras partes del cuerpo y puede ser complicado. Del mismo modo, cuanto antes se detecte el problema, más conservador será el tratamiento.

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