Como a muchos nos habrá ocurrido los famosos "padrastros" son tan molestos que a veces se enganchan en la ropa, sangran y, a veces causan infecciones. Por eso hoy en Saludable Vida vamos a ayudarte a prevenir y quitarlos.
Los padrastros son esas pequeñas pieles que se separan de las uñas, lo cual es tan doloroso para quienes sufren. Son más comunes de lo que pensamos. De hecho, muchas personas ni siquiera se dieron cuenta de que las tenían antes de que comenzaran a aparecer. La molestia puede ser pequeña y puede ocurrir, por ejemplo, al rozar la ropa, o -en la mayoría de los casos- cuando intentamos sacar cosas de nuestra billetera, o durante las semanas en las que hacemos más tareas domésticas de lo habitual.
Cada uña está rodeada por su cutícula, que es una piel fina y endurecida. De hecho, la uña es parte de esta. Crece, se endurece y se separa. La piel inmediatamente antes de la cutícula es la epidermis y la uña.
Si la piel de la zona se debilita o se deshidrata, puede rasgarse por la tensión y formar padrastros, que son fragmentos de la piel que tanto nos molestan.
La causa más común de lesiones en las uñas son los malos hábitos de morderse las uñas y sus alrededores. Pero esta no es la mayor complicación, aunque es dolorosa, pero cuando la piel se abre, la posibilidad de dejar una herida es grande. Además, el padrastro resultará herido cuando se infecte. También hay muchas "al final del dedo, hay muchas terminaciones nerviosas, una pequeña infección puede causar un dolor considerable.
¿Cómo quitamos los padrastros?
Para quitarse los padrastros se puede realizar los siguientes pasos en casa. Necesitará un alicates de piel y un recipiente con agua caliente.
- Esterilizar alicates con alcohol
- Remojo mis dedos en agua caliente durante un minuto; esto ablandara la cutícula y evitará el desgarro de la piel sana.
- Corta las uñas con unos alicates. Si no está seguro, lo mejor es encontrar un técnico de uñas para que haga este trabajo por usted.
¿Cómo prevenirlo?
Lo más importante es acostumbrarse a utilizar buenas cremas hidratantes o productos epidérmicos específicos. Aplicar al menos dos veces al día. También se recomienda el uso de guantes para realizar algunas tareas en la casa, como lavar platos o ropa, porque los productos de limpieza secarán la piel y quitarán la capa grasa que protege la piel.